Por Defensores en Línea
Estuvo casi siete años preso, sufrió lo peor durante su encierro. Fue juzgados tres veces por el mismo delito, pero a finales de julio pasado el Tribunal de Sentencia de La Ceiba, en el departamento de Atlántida, revocó la medida de prisión preventiva.
Isabel Morales, conocido como Chabelo, es un campesino de la comunidad Guadalupe Carney en el municipio de Trujillo, departamento de Colón, quien fuera detenido el 17 de octubre de 2008, acusado por la masacre de 10 miembros de la familia Osorto y sus empleados.
Permaneció 6 años, 9 meses y 7 días en prisión y hoy Isabel Morales ya está al lado de sus hijos, de su familia y de sus compañeros, luego que el Tribunal de Sentencia de La Ceiba le revocara la medida de prisión preventiva, a finales de julio pasado.
Defensoresenliea.com llegó a su residencia en la Guadalupe Carney; ahí fuimos atendidos enfrente de su vivienda, sentados en una silla de plástico, mientras en el firmamento comenzaban a verse las primeras estrellas, tras comenzar la noche.
“Para mi estos siete años fueron los más duros de mi vida”, fueron las primeras palabras que nos expresó, tras agregar que “una por el sufrimiento, otra por la pérdida que tuve en la familia y por tantas veces que me humillaron en la cárcel”, expresó con tristeza Morales.
Continuó diciendo que “me ha dolido estar privado de libertad injustamente y eso es lo que más me duele”, porque señaló que si él fuera un asesino, un delincuente, un terrorista o un guerrillero, está de acuerdo que tiene que pagar una condena, pero un inocente como él no.
Durante los casi siete años que estuvo en prisión, Isabel Morales comentó que, aparte de ser humillado por las autoridades, por los jueces y por los Fiscales, también estuvo a punto de perder la vida, porque en varias ocasiones intentaron asesinarlo.
“Fueron siete años de mi vida que perdí, también perdí parte de mi rostro, perdí la manera de hablar (hay ciertas palabras que no puede pronunciar rápidamente), perdí mi dentadura, me corté mis labios, mi lengua, perdí parte de mi vista y me corté parte de la nariz”, expresó con tristeza Isabel Morales.
Morales dijo que empezará de nuevo, aunque en estos momentos no lo puede hacer, porque existe el temor en él que la persona que lo ha acusado pueda atentar contra su vida, por eso cada vez que tiene que salir, tiene que ir acompañado con un familiar o un compañero campesino.
“Me siento tranquilo, pero no puedo ni salir a trabajar, ni siquiera para buscarle los alimentos de mis hijos, se me hace duro hoy buscarle a la vida; me siento atrapado y si salgo tengo que hacerlo con mucho cuidado”, confesó.
Agregó “no puedo salir por esta persona que le temo, porque ellos no se tocan el alma para quitarle la vida a una persona y ese es el temor que yo tengo”.
Chabelo no descarta que una vez en noviembre finalicen las audiencias, tenga que emigrar de su comunidad, porque, como dice él, no puede estar mucho tiempo sin trabajar porque tiene que alimentar a sus cinco hijos y a su esposa.
A parte de trabajar la tierra, Chabelo también se dedicó a la venta de conos y helados, y por la noche iba a pescar. Hoy ya no puede realizar esas actividades en su comunidad por el temor que existe en él de que vayan a atentar en su contra.
Del 28 de octubre al 9 de noviembre, Isabel Morales va nuevamente a juicio, mientras ese momento llega, una vez por semana acude a los juzgados a firmar.
“Son diez días de audiencias que tengo que ir y eso es lo que más me duele a mí, porque cuantas humillaciones más tengo que pasar para que me dejen libre, cuando les he demostrado que soy una persona inocente, que no soy un asesino”.
Morales expresó que no le tiene confianza a los jueces de Trujillo porque son unos vendidos, porque los jueces y fiscales se venden ahí, son unos corruptos porque ellos son los responsables, los intelectuales de haberlo mandado a prisión sin tener una prueba en su contra.
Desde su detención, según denunció, hubo violación al debido proceso porque solo lo tuvieron detenido 15 minutos, luego lo mandaron al juzgado donde le leyeron un montón de delitos e inmediatamente fue trasladado en helicóptero, como si fuera un gran asesino, como un gran delincuente o como un narco, a la Granja Penal de El Porvenir, en La Ceiba.
“Son cosas que me han dolido porque enteramente yo no soy un asesino para que me hubieran tratado de esa manera, porque en verdad estuve seis meses que yo no sentía las yemas de los dedos, según como me ataron con las chachas”, confesó Morales
Chabelo no está bien de salud, la presión arterial le ha estado molestando y recientemente se cayó de una hamaca y se golpeó la cadera, lo que le ha provocado un dolor y lo hace caminar un poco de lado y con dificultad.
Necesita acudir a una clínica para ser revisado por un médico, pero no cuenta con los recursos económicos para hacerlo y eso lo aflige aún más.
“Estoy mal y no sé cómo voy a hacer, tendré que buscar otros medios para salir, porque me urge ir a la clínica”, señaló con su voz entrecortada.
A su llegada a la comunidad, sus compañeros, como él llama a los campesinos, lo recibieron con mucha alegría y siempre hay algunos que llegan a visitarlo para preguntarle cómo se siente y para darle ánimo, respaldo que agradece muchísimo.
Durante los siete años que estuvo privado de libertad, Isabel Morales siempre contó con el apoyo de muchas organizaciones nacionales e internacionales y él se muestra muy agradecido por ese respaldo, y espera que lo sigan apoyando porque aún falta la audiencia de diez días a finales de octubre e inicios de noviembre.
“Quiero pedirle desde ahorita al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y a las demás organizaciones que han estado conmigo en esta lucha, que me apoyen a darle el golpe al Estado, porque el Estado si se merece una demanda, porque a una persona no se debe humillar y de juzgar siendo yo inocente”, manifestó muy molesto Isabel Morales.
Indicó que él le ha pedido a la fiscalía del Ministerio Público (MP) que le demuestre con hechos y no con palabras que él es culpable de los delitos que se le acusa.
“Lo que ponen de prueba lo recogen de la casa de Henry Osorto Canales y eso no debe ser y si me van a poner pruebas que me las quiten a mi o que me vengan a hacer un cateo a mi casa y si hayan armas en mi casa que las pongan de pruebas y a mí no me han puesto pruebas que me hayan quitado”, expresó Morales
Asimismo agregó que “está persona (Henry Osorto Canales) injustamente me metió preso a mí y él siendo uno de los involucrados de la policía que está visto de los corruptos, debe estar en la cárcel, debe estar pagando, porque él es uno de los que ha humillado a los pobres campesinos aquí”.
Morales señaló que de este oficial de la policía han recibido amenazas desde un principio y que por lo tanto exige que metan presa a esta persona.
Para Chabelo así como está la situación en el país no hay confianza, porque enteramente para el pobre hay leyes, pero para el de corbata blanca no existe, ellos pueden comprar con su dinero sucio, las leyes, jueces, abogados y fiscales, y eso es lo que más le duele porque se han ensañado con un inocente como lo es él.
Finalmente felicitó a las organizaciones nacionales de derechos humanos por estar desempeñando un buen papel, al descubrir dónde están las manzanas podridas en el Estado y que le gustaría que el pueblo se uniera contra esa gente que tanto daño le ha hecho a la clase pobre del país.